¿Ola de calor o simplemente verano?

Antonio Rivera - 25 Jun 2012 - 17:51

 Seguro que durante estos días no paran de oír noticias acerca de la ola de calor que está afectando a nuestro país. Como siempre, estas situaciones meteorológicas son muy televisivas, y rara es la televisión que no dedica unos minutos de sus noticieros para dejar de lado la subida de la prima de riesgo y hablar de la de los termómetros. No voy a ser yo el que diga que esto no sea bueno, recuerden que el tiempo siempre es noticia y más en estas ocasiones puntuales, aunque en muchas ocasiones las exageraciones y las malas informaciones desvirtúan una información de servicio público necesaria. Recuerdo hace unos días cuando las temperaturas eran absolutamente normales para esta época del año, que una cadena estuvo durante 5 minutos hablando del calor que hacía, conectando con varias ciudades en las que los pobres reporteros hablaban del sofocante calor, mientras que el plano iba siempre acompañado de un termómetro callejero a pleno sol.

Volviendo a la situación actual, la llegada de una masa cálida y seca proveniente del norte de África se ha instalado sobre la península y aquí se mantendrá durante los próximos días, con el consiguiente aumento generalizado de las temperaturas. Pero, ¿podemos hablar de ola de calor? Vaya por delante que no existe una definición aceptada globalmente de lo que realmente es una ola de calor, y ahí radica la dificultad a la hora de catalogarla o no como tal. Podemos aceptar que una ola de calor se produce cuando las temperaturas se mantienen durante varios días, al menos 3-4 días, por encima de unos valores establecidos para cada lugar. No deja de ser un poco ambigua la definición al no determinar esas temperaturas de forma global, pero es difícil concretar más. Piensen por ejemplo que haga en verano durante varios días en Sevilla una temperatura de 38ºC es algo normal, mientras que si esa temperatura se diera en San Sebastián estaríamos hablando de algo que se sale de lo normal. Bueno será que se pueda establecer de forma oficial una definición más concreta del término ola de calor, con el fin de que no acabemos usándola cada dos por tres, con el consiguiente deterioro del término.

Dejando aparte este apunte semántico, durante los próximos días van a continuar siendo muy altas en todo el centro y sur peninsular, con máximas que superarán los 40ºC en el Valle del Guadalquivir. En la Comunidad Valenciana también se notarán los efectos de esta primera entrada cálida del verano, aunque con matizaciones, ya que mientras en las zonas del interior sí que se apreciará un aumento térmico, las zonas costeras, seguirán con temperaturas similares a las actuales debido al efecto refrigerante de las brisas. Es importante este dato, ya que en nuestras costas, sólo cuando las olas de calor son realmente intensas y largas en el tiempo, es cuando son capaces de afectar al mecanismo de las brisas. Esto es lo que sucedió por ejemplo en la larga ola de calor del verano de 2003, cuando prácticamente las brisas no eran capaces de contener las temperaturas costeras y se sufrió uno de los veranos más terribles en nuestras costas. Además, los verdaderos episodios de calor en nuestras costas, aquellos en los que las temperaturas alcanzan valores más elevados, son debidos a la entrada en juego de los vientos de poniente, debido al calentamiento que estos sufren al comprimirse al bajar de la meseta. Será a partir del jueves cuando más nos afecte la masa de origen sahariana, con lo que los termómetros no nos darán cierto respiro hasta bien entrado el fin de semana.

Por tanto, prepárense para no parar de oír noticias acerca del calor a lo largo de esta semana, con imágenes en directo en las noticias de termómetros al sol marcando casi 50ºC (recuerden que los termómetros al sol no marcan correctamente la temperatura), y con alguna referencia al cambio climático y a los veranos asfixiantes que el futuro nos depara. Bienvenidos al verano...