Los Stradivarius y el clima

Antonio Rivera - 20 Ene 2012 - 16:09

Recupero de un antiguo blog un post que creo que les va a parecer cuanto menos curioso...

Casi todo el mundo conoce el mito de los Stradivarius. Esos instrumentos de cuerda, en su mayoría violines, construidos artesanalmente hace unos 300 años en el taller que Antonio Stradivari (1644-1737) tenía en la localidad italiana de Cremona, al pie de los Alpes. Dicen los entendidos, entre los que no me incluyo, que jamás se ha podido alcanzar la perfección acústica que emana de dichos instrumentos, a pesar de las mejores técnicas que actualmente se han introducido en su fabricación.

Y ustedes se preguntarán, ¿Y a qué viene esto?, ¿qué tiene que ver el mito de los Stradivarius en un blog de meteorología? Pues bien, aunque parezca mentira, existe una relación….

Entre las dos teorías más aceptadas en la actualidad, dentro de las muchas que se han vertido a lo largo de la historia, acerca de qué pueden tener de especial los Stradivarius, está por un lado la utilización que Antonio hizo del Borax, un insecticida conocido desde la civilización egipcia, para combatir la plaga de insectos que recientemente se ha descubierto que hubo por aquel entonces en aquella zona. El bórax, contiene sales metálicas, y esta teoría sostiene que, la presencia de estas partículas metálicas habría conferido a sus instrumentos la fuerza y riqueza de sonido que tanto se aprecian.

En la segunda teoría es donde encontramos la relación con la climatología. Esta teoría afirma que la calidad del sonido se debe a la densidad superior de la madera con que fueron hechos los instrumentos, densidad que se debió a las bajas temperaturas que se dieron durante la denominada “Pequeña edad de hielo”.  Si miramos un tronco de árbol cortado veremos que forma una serie de anillos. Veremos que hay dos tipos de anillos, unos más claros y anchos y otros más oscuros y estrechos. Estos anillos representan el crecimiento del árbol, que es mayor en los meses cálidos (de ahí su mayor anchura y claridad) y menor en los fríos meses invernales (anillos oscuros y pequeños). Esto se debe a que la actividad fotosintética es mucho mayor en los meses cálidos, así como por tanto el crecimiento de los árboles. Como curiosidad: existe una técnica llamada dendrología que permite mediante la observación del crecimiento de los anillos de los árboles reconstruir climas del pasado.

La pequeña edad de hielo corresponde con el periodo frío que sufrió Europa y la mayor parte del mundo entre aproximadamente mitad del S-XIV y mediados del S-XIX. Aunque no fue constante ni mucho menos el frío durante los 500 años que comprenden el periodo, en líneas generales las temperaturas eran bastante más bajas que las actuales. Cómo curiosidad comentar que el río Turia llegó a helarse a su paso por la ciudad de Valencia en el 30 de enero de 1624,  son muchas las veces que se heló el Ebro a su paso por Tortosa y sobre el río Tamesis, en Londres, se celebraban anualmente ferias sobre el río helado…..

Dentro de este periodo genérico, hubo épocas durante las cuales las temperaturas se recrudecieron aún más. Por ejemplo durante el periodo que comprende entre 1645 y 1715, que coincide con el denominado mínimo de Maunder, durante el cual el sol mostró una bajísima actividad, desapareciendo completamente las manchas solares durante esos años.

Pues bien, parece ser que el hecho que durante la época en la que se construyeron la mayoría de los Stradivarius coincidiera con ese periodo más crudo dentro de la ya de por sí cruda pequeña edad de hielo, hizo que las maderas utilizadas (arce y abeto) fueran más densas de lo normal, fruto del crecimiento muy constante y lento de éstas a lo largo del año debido a la existencia de veranos muy suaves e inviernos muy fríos.

Sea por unas hipótesis o por otras, lo que está claro es que el mito de los Stradivarius seguirá. Basta ver el precio que pueden alcanzar dichos instrumentos en las subastas, precios siempre superiores al millón de euros.

Mito, leyenda o realidad, lo que está claro es que dichos instrumentos sólo son tocados por grandes maestros, lo que también hace, no me lo vayan a negar, que siempre suenen bien…..