Terremoto en Japón

Antonio Rivera - 20 Ene 2012 - 16:11

El día de hoy pasará a la historia como el día en que Japón sufrió uno de los peores terremotos de la historia. En concreto, la intensidad del seísmo se ha situado en los 8.9 dentro de la escala de Richter, lo que significa que estamos probablemente ante el 6º mayor terremoto desde que tenemos datos.

El seísmo, cuyo epicentro se ha situado en el Océano Pacífico, a 130 kilómetros de la península de Ojika y una profundidad de 10 km, se produjo a las 14.46 horas (6.46h en España).

Para que se hagan una idea de lo que supone un terremoto de estas características, la energía liberada es equivalente a quemar 220 millones de barriles de petróleo, que sería el consumo de crudo en 3-4 años de todo el planeta.

Hay que recordar que la escala de Richter es una escala logarítmica, por lo que aumenta de forma exponencial. ¿Y qué significa esto?, pues que cada grado es diez veces mayor que el anterior, de modo que un terremoto de grado 2 no es el doble de violento que uno de magnitud 1, sino diez veces más violento. Y uno de grado 3 no es el triple que uno de grado 1, sino 100 veces más violento. Para que se hagan una idea, la energía liberada por el sismo japones ha sido mas de 500 veces más poderosa que el que se produjo tiempo atrás en Haití, desolando la isla. Aún así, la destrucción que un terremoto deja tras de sí no sólo depende de la intensidad del mismo, sino que depende de otros factores como la profundidad a la que se sitúa el epicentro, la distancia de éste a zonas pobladas y, sobre todo, el país al que afecte: en países pobres, donde mucha gente vive en chavolas y los edifícios no están construidos para aguantar fuertes terremotos, el número de víctimas y de daños producidos son siempre mucho mayores.

Aún así, la fuerza del seísmo en Japón (país muy preparado en estos temas) unido a los tsunamis que se han producido a consecuencia del temblor, va a dejar muchas víctimas en el camino, además de cuantiosísimos daños materiales, lo que nos da una idea sobre la verdadera magnitud de este terremoto.

Creo que es bueno recordar, llegados a este punto, que los terremotos son debidos a la propia actividad interna de la Tierra, cuya corteza flota sobre un manto viscoso. Esta corteza está formada por placas, que son como piezas de puzzle independientes que chocan unas con otras. Hay lugares, precisamente donde estas placas se unen, en los que el propio rozamiento entre ellas va acumulando energía poco a poco. Algo así como cuando nos frotamos las manos y se produce energía en forma de calor por esa fricción entre ellas. Pues bien, esa energía que se va acumulando en el interior de la Tierra por ese choque entre distintas placas llega un momento que se libera, y lo hace en forma de ondas que se trasladan a la superficie provocando el temblor.

En esta ocasión, el terremoto ha provocado un tsunami, que se estádesplazando por el Pacífico poniendo en alerta a los países e Islas bañados por él. Un Tsunami, casualmente una palabra japonesa que significa "ola de puerto", no es más que una ola o un grupo de olas de gran energía y tamaño que se producen cuando algún fenómeno extraordinario desplaza verticalmente una gran masa de agua. En concreto, y cuando son consecuencia de un terremoto que se produce bajo el mar, es ese temblor el que produce la elevación del agua, una elevación que se desplaza posteriormente en todas direcciones. Para que lo entiendan, más que una ola que rompe contra la costa, es una subida brusca de marea que se introduce sin romper tierra a dentro.

Uno de los grandes retos que tiene la ciencia y la tecnología de cara al S-XXI es poder predecir los terremotos. A día de hoy sólo somos capaces de saber qué zonas del planeta son las más expuestas a estos fenómenos naturales, pero seguimos sin ser capaces de saber cuándo se van a producir. Sin duda esto salvaría muchas vidas...

Hasta el momento las noticias que llegan desde Japón son bastante confusas. Se habla ya de más de 55 muertos, muchos desaparecidos, problemas en el suministro eléctrico, transportes parados, olas de 10 metros que se han llevado por delante coches y camiones, incendios en muchas ciudades, e incluso se ha activado la alerta nuclear ante posibles escapes radioactivos en centrales que se han visto dañadas.

Como ven, un verdadero infierno con el que la Tierra nos ha vuelto a mostrar su poder.