Eclipse total de Luna en el día con el Sol más madrugador del año

Antonio Rivera - 20 Ene 2012 - 16:12

Fruto de las casualidades, el miércoles 14 de junio coinciden dos fenómenos astronómicos en nuestros cielos. Por un lado es el día qué más pronto amanece, concretamente el Sol saldrá por el horizonte a las 6 h y 34 minutos. No quiere decir esto que sea el día más largo del año, cosa que sucederá el próximo martes día 21 cuando comience oficialmente el verano, ya que en los próximos días, aunque ya no amanezca tan pronto como hoy, las tardes se seguirán haciendo más largas.

Pero sin duda, el fenómeno más espectacular que nos va a regalar el cielo es el eclipse total de luna que será visible desde nuestro territorio. Recordemos para comenzar que los eclipses de luna se producen cuando la Tierra se sitúa entre el Sol y la Luna, de manera que la sombra que proyecta la Tierra es interceptada por nuestro satélite. De esta forma, la superficie de la luna se oscurece al interponerse la Tierra en el camino de los rayos solares que la iluminan cada día.

Los eclipses de Luna se producen en luna llena, porque es el momento en el que el Sol y la Luna se encuentran en posiciones opuestas respecto a nosotros, aunque evidentemente no toda luna llena va acompañada de un eclipse, debido a que las órbitas de la Luna y la Tierra no se encuentran en el mismo plano, con lo que la conjunción necesaria para el eclipse sólo se produce algunas veces.

El eclipse comenzará a las 19:23 horas y finalizará a las 23:02, aunque la fase más espectacular, aquella en la que la Luna comience a estar en la zona de sombra, será a partir de las 21:22 horas, siendo el momento cumbre a las 22:14 horas. Como curiosidad, decir que mañana sale la Luna en nuestro territorio a las 21:24 horas, con lo que cuando haga su aparición en el horizonte, el eclipse ya habrá comenzado.

Otro de los temas que más ha dado que hablar alrededor del eclipse es el color rojizo que adquirirá la Luna durante el fenómeno, algo que algunos han bautizado como Luna de Sangre, y que no deja de tener una explicación curiosa. Durante el eclipse, a la Luna le sigue llegando algo de radiación solar, una radiación que antes de llegar a nuestro satélite ha atravesado la atmósfera terrestre. Cuando estos rayos de Sol atraviesan nuestra atmósfera sufren un fenómeno de refracción (cambio en la dirección de las ondas), que a fin de cuentas es el responsable del tono rojizo que adquiere la Luna durante los eclipses. Pues bien, esa refracción depende de la cantidad de partículas que hay en las capas medias y altas de la atmósfera, y puesto que llevamos una época con bastante actividad volcánica, hay muchas partículas en suspensión, con lo que todo hace indicar que el color rojizo de la Luna durante el eclipse será más intenso que de costumbre.

Para terminar, simplemente recomendarles que disfruten de este fenómeno astronómico de gran belleza, y que no hace falta ninguna protección a la hora de observarlo a simple vista, al contrario de lo dañino que es para nuestros ojos contemplar sin protección un eclipse de Sol.